martes, 20 de agosto de 2013

Luz en el barrio

Nazaret era un lugar insignificante. Apenas hay referencias documentales ni vestigios arqueológicos de su pasado. En esa aldea  transcurrió la niñez y juventud de Jesús. 

Viniendo de aquel lugar, no es extraño que la primera impresión que Jesús causara fuera el recelo y la incredulidad: "¿Es que algo bueno puede venir de Nazaret?"


Sus referencias realmente no eran buenas. Jesús no era alguien de fiar. 


Muchos barrios de nuestras grandes ciudades generan una reacción parecida en el inconsciente popular. Sus habitantes quedan estigmatizados.


No ya que nada bueno pueda salir de esos barrios sino que nadie va a ellos, nadie los visita. 


El circo sí lo hace. Visita a reyes y a mendigos.


En los arrabales de los barrios más pobre de Lima, los circo de barrio ofrecen su espectáculo y reclutan nuevos integrantes para su función.


Como Jesús hizo sus primeros amigos entre el lumpen de su tiempo, el circo reclama también el aplauso de los humildes para los humildes. Porque, como dice la Biblia, "aunque la gente de este mundo piensa que ustedes son tontos y no tienen importancia, Dios los eligió, para que los que se creen sabios entiendan que no saben nada."


Y así, envuelto en la túnica azul de la carpa circense, el más pobre de los acróbatas recibe el aplauso entregado de una princesa de barrio. Y una luz vuelve a irradiar desde ese Nazaret improvisado, para vergüenza de los que muchas veces nos creemos algo. 


jueves, 15 de agosto de 2013

El idioma de la paz

Se dice que en el circo se hablan muchos idiomas, cientos de ellos. Lingüísticamente no hay duda que es cierto, pero conceptualmente no lo es. El circo habla un sólo idioma: el de la comprensión y la paz. Personas de diferentes culturas y religiones unidas por los lazos de la convivencia y la cooperación.

En estos días en que Egipto sufre la represión y la violencia más atroz, tres estampas de circo:

1. El circo egipcio Al Nobi actuando en Palestina (agosto 2013), llevando alegría a los niños de Gaza:


2. El Circo de los Muchachos, en su 25 aniversario (temporada 1991-92), proclamando que no hay paz sin justicia y levantando sus troupes con los fuertes abajo, el débil arriba y el niño en la cumbre:



3. La oración que el Padre Silva y los Muchachos recitaban:

Somos los muchachos y muchachas de la tierra 
que vamos por el mundo con las manos unidas; 
porque no queremos que otra guerra 
envenene las noches ni oscurezca los días. 

Y por eso, Señor del Universo, te pedimos la victoria en la lucha:
Victoria sobre el hambre que impide a muchos pueblos bendecir el pan de cada día.
Victoria sobre el oro que construye ciudades sin alma 
mientras los campos estériles se erizan de cardos;
Victoria sobre el vicio que mata la cultura y envilece el amor.
Y justicia para tanta gente que sobrevive en medio de la explotación. 

Y por eso Señor del Universo te pedimos la paz, 
la paz que prometiste a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. 

Sí todos los hombres y mujeres del mundo se diesen la mano 
ninguno podría oprimir a su hermano.
Sí todos y todas mirasen al Cielo 
no habría en el mundo miseria, opresión ni duelo.

Sí todos y todas orasen juntos a Dios, 
el mundo sería una estrella de paz, justicia y amor.

Valgan estas tres perlas para reconocer el tesoro que esconde el circo, su "más difícil todavía": la utopía de andar construyendo un mundo en paz.

sábado, 10 de agosto de 2013

Blondin o el auténtico significado de CREER

Blondin fue un fantástico acróbata y equilibrista, el mejor. No sé si esta anécdota es cierta o es una leyenda, pero te invito a que mires el vídeo y pienses un poco en cómo usamos las palabras. "Creer" es una palabra usada muy a la ligera. Muchas personas la usan como sinónimo de tener una opinión u otra: "¿Crees que el Madrid ganará la Liga?" "Creo que sí". Pero no se puede creer de verdad sin comprometerse, evitando el compromiso. De eso, el mundo del circo nos puede dar muchas lecciones. Creer en uno mismo, en un proyecto, en la realidad de una vocación, supone implicarse a fondo, con el alma. Creer de verdad significa subirse a la carretilla :-)

lunes, 5 de agosto de 2013

Él cuida de mí


Una caída desde 27 metros de causó la muerte a la acróbata Sarah Guyard-Guillot, artista del espéctáculo "Ka"en el MGM Grand Hotel de Las Vegas, hace poco más de un mes. Descanse en paz.

Alguien puede decir que el mundo del circo está lleno de peligros. Es cierto. Pero es que la vida está llena de peligros.

Un coche descontrolado en Los Ángeles, un tren hiperacelerado en Galicia... Este verano nos deja imágenes escalofriantes que nos recuerdan cuán cerca estamos de la muerte.

Podemos adoptar diferentes actitudes ante la muerte y el peligro. Básicamente se dividen en dos grupos: esconder la cabeza o dar la cara.

Los seres humanos hemos nacido para ser hombres y mujeres, no avestruces. Día a día los artistas del circo nos enseñan a mirar a los ojos a la muerte (y a la vida).

El Evangelio, la Buena Noticia de Dios, nos dice que, sea que vivamos o que muramos, somos Hijos de Dios y nada podrá separarnos de Su amor.

Dios cuida de nosotros en la salud y en la enfermedad, vivamos o muramos, aquí o en el cielo. Todos tenemos nuestro destino; pero sea cuál sea Dios estará a nuestros lado para acompañarnos y cuidarnos como un Padre amoroso.

Así, el miedo no nos vence. Y un par de semanas después de la fatal caída de Sara, sus compañeros ascendían de nuevo a la cúpula del Cirque du Soleil; porque el circo de la vida debe continuar.